El vecino de arriba

Hace tiempo que no escribía, pero os comento, tenía una excusa: estaba de mudanza. Hace unas semanas que me he mudado a una ciudad que no os diré cuál es, porque no viene al caso para esta historia. Resulta que mi vecino o vecina de arriba tiene un gusto musical excelente, o por lo menos, de mi agrado. Creo que en los anuncios de búsqueda de piso debería indicarse el gusto musical de los vecinos, por lo que pueda pasar.
Total, que desde hace un par de semanas, vengo escuchando lo mejor del rock y el pop, tanto nacional, como internacional, pero sobre todo, lo que más pone mi vecino, es el disco Biólogo,  el nuevo de Amaro Ferreiro. Sí, es el hermano de Iván Ferreiro, el que compuso Turnedo para que la cantara él, el mismo.
Y oye, muy bien, un par de veces al día, el disco es delicioso y precioso. Suave, uno hasta puede dormir mientras suena. Y así fue, de lunes a viernes no hubo día que no sonara 2 veces el cd de marras. El fin de semana no debía de haber nadie, pero el lunes siguiente, uy el lunes, puso el disco tres veces, hasta cambiando el orden de las canciones. Y el martes, el martes me tocó otra vez Amaro Ferreiro en vena, hasta otras canciones de Amaro Ferreiro que desconocía, incluso versiones (y yo que creía que el de las versiones era su hermano).
El miércoles llegó a ser enfermizo, todo el día sin parar de sonar, las guitarras que antes me parecían suaves ahora me tronaban la cabeza, y la voz de Amaro me retumbaba en la cabeza como su Trueno y relámpago, trueno y relámpago. Así que se me fue,  me consumió la obsesión, me hizo chimpumflash, y subí a su casa cuando…
ELIGE TU PROPIA AVENTURA.
Si eres de los que no distingue la realidad de la ficción y tu piel es fina como el pellejo de una mierda, ves al final del post, al final B. Si eres de los míos, quédate en el final A.
FINAL a) … tiré la puerta abajo, empuñé mi pistola sin dudarlo, y le pegué un tiro a mi vecino. Soltó la guitarra inmediatamente, y pude ver cómo caía al suelo, el mismísimo Amaro Ferreiro.
FINAL b)… me abrió la puerta un gallego muchismo majo, desde aquel día, Amaro Ferreiro me invita a cenar una vez por semana, por las molestias.